Los indicadores están orientados a evaluar el desarrollo económico y social, así como los avances en una variedad de rubros relacionados con el nivel de competitividad del estado; esto es, su capacidad para atraer inversiones y generar fuentes de empleo formal, productivo y bien remunerado, que tendrían que ser suficientes para las aproximadamente 28 mil personas que anualmente se incorporan a la fuerza de trabajo.